En verano descanso, Amaua está de guardia y atiende pero nada que ver con el ritmo que tenemos durante el año. Básicamente me mantengo en forma para no perder filo.
El verano siempre es una época de emociones fuertes, así que allá voy con las mías. La que sin duda más me ha gustado es haberme metido en Taixi (Riñón 3). No sé si lo habéis vivido alguna vez, pero para quien no lo sepa genera una especie de descarga eléctrica, para mí es pura adrenalina y vibración. Siento que me deslizo como por un chorro de agua y a veces llego hasta Yongguan (Riñón 1), también llamado Manantial Burbujeante, ¿qué puedo añadir con ese nombre? La persona suele saltar en la camilla o sacudir la pierna con este punto, ¡me encanta cuando vibramos a la vez! Muchas personas se asustan, también es verdad, pero las palabras de Amaua les tranquiliza. Esto también pasa en la mano con Neiguan (Pericardio 6), parece como si se tensara un cable que llega hasta Zhongchong (Pericardio 9) y ¡yujuuu, a deslizarse por una corriente de río a toda velocidad!Os cuento todo esto desde la bandeja fría con alcohol en la que mi cuerpecito lleva sumergido tan a gusto prácticamente todo el verano. ¡Gran momento este del verano!
Otra cosa que me encanta es meterme en varios puntos a la vez, por ejemplo en el grupete 4-7 de vesícula biliar en el cráneo. Hay que estar muy en forma y ser muy flexible para adentrarse en estos puntos; pero la verdad es que yo me cuido un montón. Siempre me ofrezco voluntaria, lo cual me mantiene alerta, especialmente cuando Amaua quiere mostrar mi flexibilidad y mi finura (me dobla hasta mi tope máximo y eso me estira generándome un placer que no os puedo explicar). Es necesario curvarse para estos puntos, mantenerse a raya en la superficie sin tampoco pasarse. La línea es en realidad muy sutil, por eso me fascina. Con cada punto vibro de forma diferente pero es muy placentero (casi como estar en una bañera con burbujas y pompas) y saca lo mejor de mí.
En fin, se me va el tiempo y no quiero dejar de contaros lo que os prometí antes del verano: la anécdota de Taichong (hígado 3), punto en el que estuve en cuatro personas seguidas y con el que batí un récord de continuidad. No me explico por qué se dio esta seguidilla con el punto Taichong, esto se lo tendréis que preguntar a Amaua. Yo en realidad me limito a obedecer e ir al punto.
Taichong es uno de esos puntos que no deja indiferente a nadie porque suele haber quejas, molestias, lamentos y/o tirones. He oído a la doc decir que este punto tiene que ver con el estancamiento y el cambio. Me atrevería a decir, por estas molestias, quejas, lamentos y/o tirones, que este tema es difícil para las personas que vienen. En la primera, al introducirme, sentí calor y una entrada directa, sin interrupciones. Ya para la segunda iba confiada y me topé con una gran resistencia, así que tuve que tomar aire y meter tripa para pasar por ese mínimo espacio que me dejaban los tendones y músculos tensísimos, que me recibieron sin ningún gusto ni bienvenida. Cuando llegó la tercera persona y vi que otra vez íbamos al mismo punto, quedé desconcertada y con no muchas ganas, os confieso, después de la última experiencia. Hubo varios amagos para adentrarme porque esa persona ya había experimentado ese punto y le daba miedo, pero después de una gran respiración profunda entré sin problemas. Me mantuve quieta y en silencio, haciendo mi trabajo sin rechistar ni moverme demasiado. Quería que esa persona tuviera una buena experiencia, por si en algún otro momento nos cruzábamos. Cuando la persona se fue dijo que había sido una de sus mejores experiencias con las agujas. Me sentí muy orgullosa, me imaginé una felicitación de Amaua o un cartel en la consulta de “Agujichan, aguja del día”, pero nada de eso pasó. Eso sí, me dieron bastante descanso después del último caso. Por cierto, que este último caso juró haber visto imágenes de colores que se fusionaban mientras estaba con las agujas puestas. Este tema de los colores pasa a menudo. No me voy a explayar mucho sobre esto ahora porque seguro que sale más adelante y ahí os contaré con todo detalle.