La homeopatía cuyo origen etimológico viene de las palabras griegas homoios = semejante y pathos = enfermedad es un método terapéutico de base científica que persigue la curación de las personas a través de determinadas sustancias de origen natural.
Estas sustancias, llamadas remedios homeopáticos, son aquellas elaboradas a partir de:
- Productos minerales como por ejemplo Ferrum metallicum (viene del hierro), Calcárea Carbónica (viene del carbonato cálcico) o Magnesia Muriática (del cloruro de Magnesio).
- Productos animales como por ejemplo Apis Mellifica (procedente de las abejas), Crotalus Cascavella (viene de la serpiente de cascabel) o Theridion (procedente de la tarántula)
- Productos vegetales como por ejemplo Allium Cepa (procedente de la cebolla), Chamomila ( que es la manzanilla ) u Opium (que procede de la amapola).
- Productos humanos también llamados nosodes como por ejemplo Tuberculinum (procedente de bacilos de la tuberculosis humana).
¿Qué diferencias existen entre los remedios homeopáticos y los fármacos convencionales?
A diferencia de los fármacos convencionales, los remedios homeopáticos parten de una sustancia material, al comienzo, llamada tintura madre que se diluye y dinamiza hasta dosis infinitesimales donde la materia desaparece progresivamente para dejar paso al llamado “espíritu o genio del remedio”. Así el remedio homeopático resultante es un tipo de energía intensificada que se puede administrar según la Ley de la Similitud, pero ahora con una mayor capacidad de afectar al organismo enfermo y producir así una curación duradera del organismo total.
Así pues, los remedios, se prescriben conforme a la “ley del similimum o ley de la semejanza” Similia Similibus Curentur donde lo similar cura lo similar. Cualquier sustancia que pueda producir una totalidad de síntomas en un ser humano sano puede curar esta totalidad de síntomas en un ser humano enfermo. Este principio se opone a la alopatía donde lo contrario cura la enfermedad.
¿Cómo son preparados los remedios homeopáticos?
La preparación de los remedios homeopáticos a través de los procesos de dilución y dinamización fue un descubrimiento de Hahnemann quien a través de este método intentó reducir la toxicidad de los agentes, pero sin perder su efecto terapéutico. La dilución consiste en disolver la sustancia en cuestión (tintura madre), de manera sucesiva en soluciones de alcohol y agua de forma química. Y la potenciación es la técnica de añadir energía cinética a las diluciones mediante agitación consiguiendo de esta manera un efecto terapéutico sobre el paciente, pero sin los efectos tóxicos de la sustancia.
No existe límite del grado de potenciación posible, ni siquiera cuando se supera el conocido número de Avogadro y no queda ni una molécula de la sustancia inicial.
En homeopatía existe una nomenclatura especifica para cada potencia o dilución. Si las diluciones seriadas se realizan en base 1/10, la escala se denomina decimal y las cifras de potencia resultante se designan mediante “x”. Si las diluciones se realizan a 1/100 la escala se denomina centesimal, designada por una “c”. De esta manera tendremos remedios a diferentes potencias denominándose por ej. 30x o 12c.
Conclusión
Hoy día existen más de 3000 remedios homeopáticos conocidos, pero no todos ellos tienen la misma categoría. Existen los llamados grandes remedios o policrestos que cubrirían una parte muy importante de síntomas de la persona enferma. Otros remedios se catalogarían como medianos y por último tendríamos el grupo de los remedios pequeños muy útiles para síntomas muy concretos.
Autor: Dr. Rafael Pérez Manzano. Médico de familia y Homeópata